30 jun 2010

Claudio Ronchi, el Veterano de Guerra que sigue combatiendo por su vida


Estuvo en la Guerra de Malvinas como enfermero y ahí se contagió Hepatitis C de un soldado inglés al que le salvó la vida. Inglaterra lo condecoró por su valentía e incluso se ofreció a pagarle el tratamiento. El Estado argentino, ausente sin aviso.
La situación de Claudio hoy es muy delicada. Lo más urgente es tratar de reducir un tumor en el hígado para estar en condiciones de poder hacerle frente a un trasplante por el deterioro que le produjo el HCV (sigla en inglés de la Hepatitis C).


La hepatitis C es una enfermedad infectocontagiosa que afecta al hígado y que se propaga a través del contacto con sangre infectada. Su peligrosidad radica en que es asintomática lo que dificulta su detección y favorece el avance del virus que provoca que el hígado se inflame y deje de funcionar de manera correcta. Puede producir fibrosis, cirrosis y hasta cáncer hepático si no es descubierta y tratada en forma temprana.

El caso de Ronchi trascendió a la opinión pública para cuando se habían cumplido 25 años del conflicto, en 2007, pero no pasó del revuelo que produjo el programa de televisión de Carmen Barbieri. Luego de la explosión mediática todo siguió igual para él, o mejor dicho, peor.

Claudio Ronchi (Cabo Primero en 1982) estuvo en la Guerra de Malvinas como enfermero y, además haberse destacado por su labor sanitaria con sus compatriotas, lo distingue la anécdota de haber salvado la vida a un soldado inglés al que encontró muy malherido. “La medicina sabe de sanar, no de matar”, dice.

Después de la rendición, volvió al Hospital Militar y lo asignaron a cargo de la organización de las visitas de los familiares heridos en las islas. Tenía 23 años y estaba en el Ejército desde los 14.

En el 83 fue trasladado a Junín y un año después solicitó las baja. Dice que la decepción le pesaba mucho más que los recuerdos de la guerra y que, como muchos, no podía entender que nos pasaba, a todos, respecto a los veteranos: al Estado, a las fuerzas y a la gente común.

Aunque no es el objetivo de esta nota realizar un análisis histórico, cabe mencionar la complejidad del momento. El Proceso de Reorganización Nacional, iniciado con el golpe de Estado de 1976, llegaba a su fin de la peor manera: una crítica situación económica y sus consecuencias en la opinión pública, el reclamo de los organismos de Derechos Humanos y el peor final para un conflicto bélico que, muchos opinan, fue uno de los últimos recursos que utilizó el gobierno de facto para descomprimir la tensión interna.

Ronchi considera que la suma de circunstancias le valió la condena a las Fuerzas Armadas, condena que (de ser así) sin lugar a duda pagaron injustamente los VGM con discriminación e indiferencia. Él también padeció esa situación y por eso renunció a su carrera militar y aunque el Ejército trató de convencer a ese soldado con “excelente legajo” finalmente lo derivó a la respectiva pericia psiquiatrica y luego de seis meses le otorgó la baja.

La vida continuó para Claudio que se recibió de bioquímico, llegó a tener su propio laboratorio; nunca pidió la pensión de veterano de guerra porque su trabajo le permitía un buen pasar y no lo consideraba ético. Pero en 2006 tuvo que operarse de la cadera por artritis y las cosas cambiaron radicalmente.

En los estudios previos a la intervención le detectaron Hepatitis C y luego otros análisis específicos identifican el origen europeo del virus. La única opción de contagio era el conflicto de Malvinas y esto fue confirmado por las autoridades británicas.

Este imprevisto provocó que Ronchi tuviera que cerrar su laboratorio y se quedara sin trabajo. Los costos de la cobertura medica que tenía hasta entonces eran muy elevados y el tratamiento por los daños ocasionados por esa infección de por vida le insumía $ 7.500 por mes, así que consideró que ya era tiempo de recurrir a su pensión. Habían pasado 25 años y la falta de tratamiento había ocasionado un grave deterioro de su hígado, su situación ya era compleja entonces.

La sorpresa fue que, al tratar de iniciar el trámite, no se encontró el legajo de Ronchi, como si él nunca hubiera existido. Ante su reclamo, le solicitaron que presentara la mayor cantidad de datos posibles para certificar su carrera militar y aunque así lo hizo, la pensión fue negada con motivos poco claros.

A pesar de que tuvo la oportunidad de realizarse un tratamiento en Inglaterra, gracias al ofrecimiento de una clínica británica, hoy Claudio Ronchi se atiende en el Hospital Fiorito de Avellaneda y debe afrontar carísimos estudios que no se hacen en el ámbito público. Actualmente se está aplicando rayos, luego vendrá la quimioterapia, si todo resulta bien (o sea el tumor se reduce) estará preparado para un trasplante hepático.

Su historia volvió a trascender pero esta vez en una página (“Nunca nos olvidemos de nuestros héroes”) de la vapuleada red social  Facebook que, llegando a los 100 mil fans, destaca aquellos que consideran valiosos a la hora de defender y cuidar a la patria.

Ahí fue donde los que combatieron en las islas en 1982 encontraron un lugar especial por eso este no es el único caso. Son varios testimonios los que tímidamente empezaron aparecer.

Claudio Ronchi aun espera y algunos jefes de las fuerzas comenzaron a preocuparse por su caso pero hay un dato más que le agrega indignación al tema. Hace algunos años atrás, ex combatientes ingleses tomaron conocimiento de su caso y promovieron en su país una pensión por su heroica tarea en sanidad durante la guerra.

Esta subvención, que está a punto de hacerse efectiva, es otra distinción que le hacen a Ronchi porque para el 25 aniversario del conflicto le fue otorgada una medalla y diploma al “Héroe de la Sanidad Argentina”. Este reconocimiento está firmado por Alan Huckle, gobernador de las islas (Falklands para ellos)  cuando en Argentina todavía, no se lo reconoce siquiera como VGM. 



Ver también:
Hepatitis C, la historia de un veterano de Malvinas
CLAUDIO R. RONCHI, un heroe sin fronteras. Ayer salvo vidas, Hoy DEBEMOS salvarlo a el...

No hay comentarios:

Publicar un comentario